martes, enero 16, 2007

Fuenteovejuna


Lo del asesinato del alcalde de Fago, en la Jacetania, parece un episodio de “La huella del crimen”: rural, sórdido, cutre y con las entrañas cargadas de mala leche y rencor. Tiene de todo, el asunto: amenazas previas, caciquismo (habitual en los pueblos, independientemente de la significación política y, en ciertas zonas turísticas, motivado por el empadronamiento de los residentes no habituales a la búsqueda de pelotazo urbanístico), nocturnidad, premeditación, emboscada y tiroteo con escopeta de postas. Todo el pueblo (una cuarentena de vecinos; menos aún entre los habituales) es sospechoso.

Viendo el telediario con mi chica, ésta me dijo: “pues pinta de cabrón no tenía”. A los cabrones se les tiene que joder la vida todo lo que se pueda y más, pero nunca darla por finiquitada de forma violenta. El acto es repudiable y ningún motivo lo justifica (¿quieres montar una casa rural y hacerme la competencia, o no me votarás en las próximas municipales? ¡Pues no te empadrono!). Pero sólo lo explica un hecho lastimoso: en pleno siglo XXI, la España profunda aún no nos ha abandonado…

5 Comments:

Blogger JACAM said...

Si te descuidas ruedan el proximo capitulo de "CSI FAGO" ya que estan tomando muestras de ADN a todo el pueblo. España cañi!

8:18 p. m.  
Blogger El crítico de Zaragoza said...

¿Y de protas? ¿Chema Mazo y Ana Gracia tal que Grissom y Willows?

10:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues no sé si aqui hay tanto material pero ¿donde lo van a llevar a procesar?? ;)
saludicos rey!

8:53 a. m.  
Blogger JACAM said...

Lo llevaran al antiguo instituto anatomico-forense.... menudo miedo.

6:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

te falta la continuación al blog ¿o estás esperando las investigaciones policiales?
;)

12:00 p. m.  

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