“Tú que sabes…”
Leyendo una de las últimas entradas de Pepe en su espacio blogger, me descubrí admirándome como suelo hacer cuando leo un texto bien rematado por alguien que domina el tema del que habla. Me ha pasado otras veces con otros compañeros de Blogstop (ya os conocéis, putillas), pero en esta ocasión coincidía con una experiencia reciente. En mi última cita fuimos al cine (ya sabéis: café, cine, cena y copa) y la muchacha en cuestión me expuso una teoría que he oído decenas de veces: “tú que sabes de cine estás atento a detalles de la película que a los demás se nos escapan”. Como si se pusiera un sexto sentido de emergencia, el aficionado (e incluso profesional) capta y desentraña, por lo visto, los códigos reservados sólo a los iniciados en la pertinente secta; y lo hace como si hubiera nacido con ese don y lo estuviese cultivando fulltime.
Bueno, que te agrade una cosa siempre te lleva a estudiarla, practicarla (en la medida de tus posibilidades: yo lo he hecho) y adquirir cierta experiencia al respecto… Pero cuando voy a ver una película, si bien es cierto que reservo una parte de mis entendederas a las técnicas y subtextos (si los hay) de lo que se proyecta, también lo es que me propongo, simplemente, disfrutar (si el espectáculo lo merece) de aquello en lo que he invertido mi tiempo. No sé lo que dirá Pepe, pero yo defiendo ante mi admirador-a que cualquiera tiene derecho a opinar si pasa por taquilla, y que el crítico by the face reseña como un servicio público, con la intención, debería de ser así, de compartir más que de aleccionar. En pocas palabras: puede que yo logre explayarme acerca del lenguaje fílmico, cinematográfico y literario con la seguridad que da la veteranía, pero que cualquiera que sepa defender su postura ofrecerá un argumento quizás más pedrestre, pero en absoluto menos válido.
Cuando comencé en el mundillo de la prensa, en una radio local, una técnico (que estaba muy buena, pero que por eso y por tener ya quien la cubriese no me dejó “hacer” nada) me preguntó, toda cándida, que si las reseñas, que yo redactaba esquemáticamente tras meditar la sesión de cine que me había trapiñado y que me ayudaban a soltarme en la locución en directo, las copiaba de revistas especializadas. Semejante pregunta me habría parecido insultante si no hubiera tenido la intención de meterle mano a la muy gilipollas. Pero ahí está: en cuanto uno no domina un tema (popular o no), ensalza a quien lo controla con soltura. Yo prefiero aplaudir su iniciativa, aprender incluso de lo que me diga y siempre disfrutar de su elocuencia. Lo demás es falta de autoestima.
PS: de aquella chica de la radio, espero que ahora esté gorda y arrugada. Respecto a mi reciente cita… la cosa sigue, colegas.
1 Comments:
Bueno, en primer lugar me alegro de que siga lo de tu cita, y es que una buena crítica es aún mejor si uno está desfogado, como Parada cuando hacía ese espectáculo tan carpetovetónico (y en -escasas- ocasiones aprovechable, por ejemplo cuando nos podíamos deleitar con el buen hacer de nuestro Paco Martínez Soria) que era Cine de barrio.
En segundo gracias por los elogios, en especial viniendo de quien vienen. Es lógico que todos tengamos nuestra opinión cuando vemos una película o escuchemos un disco, pero aparte de hacer una pequeña mención subjetiva como "me gusta / no me gusta", sólo nos atrevemos a hacer una crítica más o menos seria cuando sabemos (o creemos, cuidadín) que dominamos el tema. Yo particularmente no me considero un dominador (no pienses mal, perillán) pero hace mucho que me gustan las Nuevas Músicas y me gusta sobre todo compartir mi gusto con todo el que quiera, y por supuesto que más de una vez me tengo que documentar sobre los artistas o me gusta comparar opiniones de los discos, pero si alguien me acusara de copiar las críticas de revistas le tiraría el monitor a la cabeza (por muy buena que estuviera). Y es que para copiar ya está gente como Ana Rosa Quintana, que son los que ganan dinero con ello, ¿o no?
Hala, un abrazo.
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