domingo, septiembre 10, 2006

Distintas reglas, mismo juego


La HBO es un prestigioso canal que pertenece a la oferta de la televisión por cable de los EE. UU. Durante años, la cadena ha producido notables telefilmes, alguno de los cuales se ha distribuido en las salas de cine europeas, y series alabadas por la crítica y los telespectadores del calado de “Los Soprano”, “Deadwood” o “A dos metros bajo tierra”. Ahora que la oferta televisiva de nuestro país crece, muchas de estas teleseries se desperdigan, con mayor o menor fortuna, por las parrillas de la programación patria. Una de ellas es “The wire”.

Traducida como “Bajo escucha”, este drama policial que anda por la tercera temporada y prepara la cuarta, ha podido verse en nuestro país gracias a FOX, emisora que lanza su señal a través de plataformas digitales y cableras. Precisamente, la segunda entrega de las aventuras del díscolo detective Jimmy McNulty y su disfuncional grupo de colegas ha terminado hace un par de semanas, dejando un buen sabor de boca a quien esto suscribe.

Después de una primera temporada interesante pero algo tediosa, el regreso de los supervivientes del accidental grupo operativo de la Policía de Baltimore ha sido de una contundencia argumental y una potencia dramática hasta ahora insospechables en una serie policiaca pensada para un medio tradicionalmente evasivo como es la tv, lo que demuestra que a) la mejor televisión ficcional sigue siendo de patente estadounidense y b) que la madurez definitiva ha llegado al medio cuando sabe alejarse de los programas basura, más económicos y digeribles para amancebar al gran público.

“The wire” retrata el submundo de una gran ciudad, una urbe gris y aburrida. Las tensiones raciales, políticas y sociales del día a día. Sus policías son, en el mejor de los casos, alcohólicos, puteros, machistas y fanfarrones; en el peor, meros funcionarios cargados de insolidaridad que aprovechan los recovecos del Sistema para escurrir el bulto o abusar de su autoridad. Ninguno de ellos, de todas formas, está limpio como la patena. Sus delincuentes son despiadados hombres de negocios que igual echan mano de un arma con la que deshacerse de la competencia, que de las técnicas de mercado para prosperar en sus negocios: tráfico de drogas, trata de blancas, mercancías robadas,…

Estéticamente, la serie recupera el tono y la ambientación de los thrillers cinematográficos setenteros que revolucionaron un género literario clásico, de donde hereda su violencia, sarcasmo y amoralidad. Pero a la vez, las nuevas tecnologías se combinan con las viejas técnicas detectivescas que son la base del oficio de cualquier polizonte. Para quien esté dispuesto a disfrutar de cada uno de los episodios (más largos que lo establecido canónicamente) de las dos temporadas (más cortas de lo habitual, y ahí está parte de la gracia) dobladas a nuestro idioma, ya sabe dónde buscar

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me imagino que tendrá desnudos, porque ése es otro de los puntos fuertes de HBO y otros canales por cable como Showtime. En los canales patrios si se ve algo es un culo masculino (¡Qué país!)

5:07 p. m.  

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