Ropa y complementos

Pasa por tu lado una chica y se te va la mirada hacia esos botones desabrochados para aplacar el calor: ¡festival de sujetadores! Tampoco está nada mal cuando te vienen de frente con el cinto de la bandolera marcando el valle perdido entre los pechos: se realzan. Girar la cabeza ya tiene más peligro: en la primavera igual te hace un día de sol y vas tiritando de frío, así que cuando ves acercarse a una moza bamboleándose de tal manera que parece que le falta acera para menear el culo, tu gozo puede caer en un pozo al girarte y descubrir que el chaquetón (da igual de piel, tela o punto, aunque estos últimos son más habituales, y más largos, por estas fechas) le tapa lo que tan enjundiosamente le marcan a buen seguro los vaqueros (otra faena: las de las mochilas que caen justo abajo). Y tampoco vale irse a refrescar de los calores sensuales a la cervecería: los pósters de Frigo y cía. coronando la barra ponen en un compromiso a sus modelos, mamando un helado y levantando la mirada como diciendo "mira lo que hago". El que esté libre de pecado...