"Estampados"

"No hay peor ciego que el que no quiere ver". Tras la tempestad, la resaca recala en los informativos que aseguran que lo de Afinsa se veía venir a juzgar por los movimientos de organismos internacionales que habían dejado de confiar en tamaña empresa. ¿De qué se quejan los damnificados? Indudablemente de haber sido estafados y de que el Gobierno no hubiera tomado cartas en el asunto antes... o después. Es decir: si hay que levantar la liebre, que lo hagan antes de que yo invierta o después de que haya recogido mis beneficios, y que el primo que ahora está en la base de la pirámide apechuge con las consecuencias. Ahora todos, juntos como hermanos, inician acciones legales colectivas; pero no nos engañemos, lo que de verdad duele no es haber subido un barco contruido con madera podrida, sino haberse hundido con él. Incluso cuando se dio a conocer la noticia de que el valor de los sellos estaba hinchado un 400%, aún había quien defendía que la empresa debía seguir adelante con los pagos que correspondían a aquellas fechas tan recientes... ¡pero cobrando los veteranos de la engañifa, eso sí! Ya me lo dice mi padre: "siempre que me han propuesto invertir en un chiringuito he declinado la oferta. Nunca te involucres en uno de esos chanchullos, hijo". Así que tengo contento a mi banco yendo a lo seguro: fondo de inversiones de capital garantizado y fondo de pensiones de bajo riesgo.