jueves, febrero 19, 2009

Uno de esos días

Ayer fue la culminación de una semana bien chunga (que comenzó el viernes pasado con una visita de DIEZ horas a Urgencias). Vuelvo de la compra semanal, con el extra de la recepción prevista para la larga noche de los Oscar, y me encuentro con el ascensor en revisión. Subo seis (siete con el entresuelo) pisos dos veces, escalón a escalón, con un carro en brazos cada vez (la primera con el que más pesaba; ¡y pesaba mucho!) y cuando abro por última vez la puerta de mi piso, oigo a los operarios (el cuarto de máquinas está al lado de mi letra) decir: "¡esto ya está listo!". Carita de gilipollas se me quedó...

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