Ni santos, ni inocentes

Al calor del inmenso "owned" que Wyoming y su equipo de El Intermedio endosaron anoche a Intereconomía TV (y por extensión a todos los medios de des-información que la derechona ultracatólica alimenta con mentiras de las gordas), mi colega Ricardo y yo nos hemos mensajeado en el facebook para elogiar la oportuna lección de ética periodística (siempre contrastar las informaciones, anónimas o no, entre otras cosas que el equipo de Javier Horcajo no tiene a bien hacer) del dr. Monzón. Pero también para preguntarnos si, en esta época de polarización política, en la que los medios de prensa son corporaciones partidistas que más que informar sobre noticias las crean, cuando no se limitan a comunicarnos SU mensaje, un correctivo puntual más que de purga sirve de revulsivo.

Yo, que apenas leo ya prensa escrita ni veo informativos, porque no me gusta el dogma en filas ajenas ni el proselitismo en las propias, me pregunto si en lugar de aprender la lección y enmendarse (los de "Más se perdió en Cuba" siguen a su rollo: nada de agachar la testuz y mucho indignarse por haberles tomado el pelo y dejar más clara aún su falta de profesionalidad, amén de su sectarismo tosco y trasnochado) ahora el sector ultraconservador de la prensa decidirá tomarse la revancha, o los medios progresistas insistirán en poner anzuelos, con lo que si fallan los mecanismos de control que deberían poner los libros de estilo de cada redacción, los pobres ciudadanos acabarán aún más desinformados pero encima paranoicos, como si el 28 de diciembre fuera todos los días.

PS: y a Fernando G. Urbaneja, decirle que hubiera puesto antes orden en las filas para que ahora no vaya llorando por la leche derramada.