lunes, marzo 17, 2008

Oscar Remiro Esteban

No tengo foto (más bien no tengo para escanear las analógicas del cole), pero ese es su nombre. Éramos amigos en los tiempos del E.G.B. en las zaragozanas Escuelas Pías de los 70. Luego el se fue otro colegio y nunca más se supo. O simplemente es que yo me quedé. Como Internet es algo habitual y de vez en cuando todos nos buscamos (o nos buscan) por el nombre en el Google, he pensado que si eso sucede con él o algún allegado, podría dejar un mensaje en esta página y provocar un reencuentro. Pensé este sábado en él: estaba con aunos amigos de cena, hablando de aquellos años, y por vez primera asocié su nombre con el de un buscador de Internet (y no es que haya mucho sobre tí, colega). Bueno, ahora no tendremos casi nada en común, pero ver cómo hemos engordado y perdido pelo puede ser divertido (o traumático, ¡a saber!). Comienza la búsqueda: ¿alguien sabe algo de él? ¡Venga, que tampoco espero que de para una novela de Ian McEwan! Aquí te espera el rubio con gafas, Carlos, más conocido como Baquedano.

miércoles, marzo 12, 2008

Última semana...


... En la Casa de las Culturas. Cierra el ciclo el falso documental "14 kilómetros", de Gerardo Olivares.

martes, marzo 04, 2008

Segundo Round


Sigue sin haber “debate”. Mejor “cara a cara”. Zapatero compite en esgrima: propone y confía. Gana en las encuestas siendo más rotundo que en el primer encuentro. Rajoy sigue imaginándose en el cuadrilátero, como diestro púgil. También gana en su juego, pero sus asesores obvian el resultado oficial y miran para otro lado. El PP, ¡el mundo al revés!, parece tener mejores asesores pero peores publicistas… Yo vivo en la España de ambos (y en la de Rouco y Varela) y no soy tan optimista como el presidente, pero desde luego no veo el Apocalipsis que pontifica el líder (menos) popular. Creo que el PSOE ha hecho poco o nada por mí (no soy joven, mujer, homosexual, dependiente,…), pero igualmente opino que el PP hará mucho… ¡por joderme! Dudando de que más de un 75% del censo ejercerá su derecho al voto, opino que ambos “cara a cara” han servido más al PSOE: los seguidores de ambos contrincantes contentos con el afán de sus líderes (renta para ambos), no habrá trasvase de votos (empate a cero), pero el tono del leonés y el siseo del gallego movilizarán votantes (ventaja para los sociatas). Por eso las encuestas, más allá de tirar de una cuerda u otra, dan como ganador a ZP: porque ha funcionado la “contra-desmovilización”.

Yo también pediré el voto, pero no para cualquiera –como simulan hacer los hombres de Caldera-: no votaría al PP ni borracho; IU creo que está tan obsesionada por ser la “auténtica izquierda” (lo es y hacen mucho más a nivel local que los grandes partidos, pero en el estado nacional sólo le joden la marrana al PSOE, el actual “centro”) que prefieren que gobierne la “derechona” (¡por favor: que subtitulen las tonterías del viejo gagá fascista llamado Fraga! ¡Viva Olga Viza y su culete!); aquí, CHA se ha ganado otro batacazo (¡y ojalá el PAR también se lo lleve!). Mi voto será para el PSOE, porque vienen chungas y es mejor tener a un partido más sensible con la sociedad en general (aunque el aprecio que siente por la de Autores es más que recriminable) cuando las vacas flacas mugen. Pero también quiero mayoría suficiente para el vencedor, por una sencilla razón: dialogar y pactar sí; dejarse extorsionar no. No quiero que quien gobierne mi país sea, en realidad, un partido pequeño (¡y encima de derechas!) al que sólo le importen Cataluña o País Vasco. Esa es su (justa) batalla, pero no la mía. Margen de maniobra, de decisión y política para todos. Y si lo hacen mal, nos veremos las caras en otros cuatro años…

Recordando (re)estrenos


Ciclo de cine en la Casa de la Culturas (C/ Palafox 29). Entrada libre. Proyecciones acompañadas de ficha informativa y presentación. Jueves a las 19.30 horas. Esta semana toca Memorias de China.

Argumento:
Pekín, en la actualidad. Durante el día, Mao Dabing (Xia Yu) trabaja de repartidor de agua embotellada, pero su pasión es ir al cine de noche. Una soleada tarde después del trabajo, Dabing se dirige hacia el cine a toda prisa en su bicicleta cuando, de repente, choca contra un montón de ladrillos en un callejón. Mientras se levanta, una joven que ha presenciado el accidente agarra un ladrillo y le golpea con él en la cabeza. Mao Dabing despierta en el hospital con la cabeza vendada. La policía le informa de que se ha quedado sin trabajo y que su ex jefe quiere que pague la bicicleta rota. Cuando Dabing ve por casualidad a la joven que lo golpeó, la emprende furiosamente contra ella. Pero la mujer parece no hacerle caso, y le da las llaves de su apartamento junto con una nota en la que le pide que cuide de su pecera. Al entrar en la habitación de la joven, Mao Dabing queda impresionado al descubrir que es un santuario del cine...