viernes, septiembre 18, 2009

No creo en los milagros


Si "Malditos bastardos" es un homenaje al cine bélico de los sesenta y setenta del que Tarantino pretendía limar ciertas incongruencias y potenciar otras (me abstendré de publicar spoilers), "Miracle at Sta. Anna" es su más cercana antecesora, pero en absoluto complemento y mucho menos aún competidora.

La película de Spike Lee, estrenada hace un año en los EE. UU. y sin fecha de lanzamiento en nuestro país (ni siquiera con la mirada puesta en el mercado del dvd), posee puntos de contacto con la de Quentin Tarantino: ambas superan las dos horas y media de duración; las dos versionean la II GM desde el filtro del cine de género con el que ambos cineastas crecieron; y juntas hacen apología del multilengüismo cuando obligan a sus personajes a expresarse en el idioma de la nacionalidad que representan (e, incluso, el reparto pretende ser fiel al origen de cada uno de sus roles). Ahí se acaban las similitudes.

La cinta del afroamericano parece una mezcla entre "El secreto de Santa Vittoria" y "¿Qué hiciste en la guerra, papi?", pero sin la picaresca de la primera ni el humor de la segunda. Se trata de un dramón plagado de lugares comunes, falto de ritmo e incapaz de levantar en el espectador la mínima empatía hacia sus protagonistas. En resumidas cuentas: un pestiño cansino que remata en un final ridículo una historia que no necesita tanto metraje ni de lejos.

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