Mensajeros de Dios

Hace unos meses posteé en mi otro blog (El crítico de Zaragoza) una noticia acerca de la promoción en Zaragoza de la premiada cinta "Camino". El primer comentario que hicieron a esa entrada era de un miembro del Opus. Ayer publiqué en este blog un texto sobre la indignación que me provocaba lo que veía y leía sobre la guerra en la franja de Gaza. El primer comentario a mi indignación fue el de un pro-israelí, a medio camino entre la condescendencia y el tirón de orejas. Es curioso: la razón está de parte ambos colectivos (ultracatólicos/ultraortodoxos), por lo visto. Quien no piensa como ellos está desinformado o está cerrilmnente a favor de su enemigo. No tenemos derecho a opinar sobre sus actos, pero ellos parecen conocernos y tiran de clichés para perfilar nuestra actitud. Y, sobre todo, como todos los estúpidos, te achacan sus defectos sin reconocerlos en ellos mismos. No están en la Red para informar o discrepar razonablemente, sino para rechazar de plano cualquier libertad de expresión ajena a su pensamiento dogmático. No tienen sentido del humor; sólo rencor.