Calentito

"A los chulos hay que joderles la vida todo lo que se pueda". Eso lo decía Lolita en su mejor papel cinematográfico: el de Rencor. El presidente (quién sabe si vitalicio) de mi comunidad de vecinos es un chulo, de esos machos alfa a los que les encanta putear sólo para demostrar que pueden hacerlo. Bajas a pedirle que la calefacción funcione y te cuenta milongas; te encaras con él, y te dice que ni ha hecho ni va a hacer nada por solucionarte el problema, que son "paranoias tuyas". Y claro, sales de su bar llamándole gilipollas, pero el calorcito que llevas encima no basta para caldear tu casa. Así que aguantas el tirón, te contienes de meterle las dos ostias que otro vecino puteado estuvo a punto de meterle hace unos meses, y esperas a dar un golpe de mano en la próxima junta, a ver si sale un triunvirato de nuevo presidente y dos vocales y le haces una auditoría a los libros, que su bar está vacío y tras meternos en deudas para pagar, obra tras obra, él va y se compra un apartamento en la playa. El otro día, viendo El ejército de las sombras ,me di cuenta de algo: quizás yo no tuviera cojones de hacerme de la Resistencia si fuéramos invadidos, pero Sebastián Galve no se cortaría en ser el típico fascista colaboracionista que medraría entregando a la Gestapo a inocentes. Así que, aunque no valga para mucho, al menos te alegra la vida mandar al carajo a un tipo que te importa menos que echar una buena cagada.