Decadencia

En poco más de mes y medio cumpliré 36 años. Superar la mitad de la década de los treinta es estar a un paso de los cuarenta, y de ahí al declive. A los cuarenta, si no tienes la vida hecha, la sociedad te putea, no nos engañemos. Tengo, por tal motivo, pesadillas recurrentes y visiones en período de vigilia, pero, lo que es peor, la Muerte viene a visitarme en alguna de mis alucinaciones, recordándome que cada vez está más cerca nuestro encuentro. No es que sufra delirios esquizoides, sino que, de nuevo, el sueño de la razón produce monstruos y alberga lo más oscuro de la conciencia: las decepciones, las incertidumbres y el arrepentimiento. Ya dije que abría este blog para escribir lo que me diera la gana, cuando quisiera y cayera quien cayera: hoy caigo yo... a lo más profundo de un abismo que "me devuelve la mirada".